I
Crear es morir un poco. Nunca danzarás la misma danza.
II
Ir hacia lo imposible hace posible al trayecto. Ir hacia lo posible hace imposible a la danza. Rumor del cuerpo.
III
Despertar de pensamientos rumiantes que desparraman el cuerpo, morir hasta juntarlo todo y hallar la verdadera sombra de la danza. Sólo hay una piedra en el camino.
IV
El balbuceo de la luna aún está en el agua de mi sangre. Despierto callada. Sé que mi cuerpo soñó al mar negro del olvido recordado que ahora es tan solo vapor. Cierro los ojos, miro hacia adentro. Abro los ojos, miro hacia adentro. Soy toda yo en esta sinuosa danza palabrera que desaparece en el instante del decir, como la respiración de aquel vidrio empañado de la infancia transparente.
V
Descubro la polifonía de mi cuerpo, es un canto de huesos despiertos a la intemperie del viento que sacude cada filmina de mi espíritu. Son muchas, sus capas son testigos de cada una de mis corrientes, acaban por confundirse, por confundirme, se hacen pensamiento y luego nada, nada, no pienso más. No puedo pensar más. El cansancio de mi pensamiento destruye mi pensamiento. Y quedo sin pensamiento. Aquí, con los ojos hundidos en mis ojos, con un reflejo exterior, exterior a mí. Soy el afuera y el adentro, no siento diferencia alguna. Estoy. Nada más.
Fotografía MV